domingo, 10 de marzo de 2013

Compositoras: Hildegarda de Bingen


                                                         LA CREACIÓN DEL MUNDO


"Hacia finales del primer siglo de la nueva era vino al mundo una niña, Hildegarda, que entendía el lenguaje de las plantas, de las piedras y de los animales, y que con el corazón reconocería unos designios revelados sólo a unos pocos".
Visión (película)


Este  8 de marzo  para visibilizar mujeres destacadas en el instituto hemos optado por las compositoras (dentro del Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación que tenemos en Andalucía). Hablaré en otra entrada de ello. Como elegí a Hildegarda para mostrarla  al alumnado voy a contar cosas de ella. Seguramente me extenderé, dada la fascinación que ha suscitado en mí su perfil humano y profesional.

Hildegarda nace en 1098. Es la décima de la casa de una familia noble de Alemania. Ya desde pequeña sorprendía con visiones , como cuando describió a su nodriza el ternero que iba a nacer de una vaca.  

“ En mi tercer año de edad vi una luz tal que a causa de ella mi alma se estremeció, pero por mi corta edad no pude hablar de ella […] y hasta mis quince años vi muchas cosas […] Yo misma me asombraba, porque lo que yo veía en mi alma lo tenía también en visión exterior, pero como veía que eso no le ocurría a nadie más, oculté cuanto pude la visión que yo tenía de mi alma”.

Con 8 años fue recluida en un monasterio dúplice (mixto), con 14 años tomó el hábito, y con 38, a la muerte de la abadesa, las religiosas la eligen para ocupar su puesto.

Eva

Cuando contaba 43 años, narra que en sus visiones una voz le ordena que debe  escribir todo cuanto ve y oye. En esa época no estaba bien que una mujer escribiese, así que se lo comentó a San Bernardo, el cual consultó al Papa, y éste, tras hacer las comprobaciones pertinentes le concedió el permiso (posiblemente ayudó su humildad: “…tengo mala opinión de mí misma; además de justificar que su sabiduría venía de Dios, no de ella)”.San Bernardo y ella tenían buena relación, pero mientras él pasó a la historia, no ocurrió lo mismo con ella, cosa increíble, como se verá con su biografía.

Escribió tres libros místicos: “Scivias” (“Conoce los caminos”), “El Libro de los Méritos de al Vida” y el “Libro de las Obras Divinas”.

 “El alma en el cuerpo es como la savia en el árbol, y sus facultades son como las ramas de éste”

El edificio de la salvación
El Papa leyó en un sínodo escritos suyos, y San Bernardo dijo que “había de guardarse mucho de apagar una luz tan admirable animada por la inspiración divina”. A partir de aquí, establece una correspondencia con el Papa del momento y con los que le siguieron después, además de cartas a nobles y emperadores (como el emperador Barbarroja, frente al que se define como “una pobre y pequeña mujer”). A todos ellos les daba consejos e incluso les reprendía por no seguir los caminos de Cristo.

Funda dos monasterios para mujeres de la orden benedictina, separándose del mixto en el que estaban al principio, oponiéndosele los monjes, ya que perdían fama y dinero sin ella.

Hildegarda se convierte en una mujer muy famosa. Las gentes acudían a ella para pedirle consejo o curación de sus males. Y es que tenía muchos dones: sanadora, vidente, visionaria, profeta, naturalista, filósofa, teóloga, compositora, instrumentista, escritora, lingüista, cosmóloga, educadora (en conductas, alimentación, forma de vida, espiritualidad, curación…), ilustradora (un estilo que actualmente podría incluirse en el surrealismo), viajera, predicadora, creadora de piezas de teatro, exorcista (asunto siempre del tereno de los varones de la Iglesia), política, consejera y renovadora de la Iglesia. Y por si fuera poco, creó una lengua artificial, la “lingua ignota”, con 1.011 palabras y un alfabeto propio.También elaboraba vino.


Se le atribuyen milagros, se le considera precursora de las flores de Bach, de la homeopatía, de la naturopatía, de la medicina holística, de la ecología, del esperanto, de la aromaterapia,  fue la primera mujer que predica en público (y la única autorizada por la Iglesia en todos los tiempos), primera mujer a la que se le permite escribir un ensayo teológico y enseñar y reprender al clero y a emperadores por sus obras. Sus enseñanzas siguen siendo actuales.

A Hildegarda se le ha tratado mal, la Iglesia se ha acordado de ella muchos siglos después (y la historia, la literatura, la pintura, la naturopatía...). Hasta diciembre de 2012 no se le ha nombrado Doctora de la Iglesia ("la que enseña"; después de nueve siglos...), y fue el pueblo quien le llamó Santa, sin serlo oficialmente. Sin embargo, para muchas personas actuales superó la “cumbre espiritual de los antiguos profetas” (Micaela Diers). De hecho, tiene mucha similitud con Moisés.

El Juicio final
Escribió dos tratados sobre medicina, donde describe diferentes seres vivos, el funcionamiento del cuerpo humano, las diferentes tipologías de personas y una recopilación de las causas y remedios de algunas enfermedades:
  • Physica (Libro de medicina simple)
  • Causa et curae (causas y curas)
Ella trata la salud como algo global (lo que hoy llamamos holístico) que pertenece no sólo al cuerpo físico, sino al estado emocional (medicina psicosomática) y al espiritual. Para ella todos los aspectos deben estar equilibrados para tener salud: cuidar la alimentación, pasear por la naturaleza, oler los aromas de las flores (también recomienda ingerir el rocío de algunas plantas y en determinados momentos del día), tener buena conducta, las emociones en equilibrio, y el uso de piedras curativas y plantas medicinales.Defendía la higine, les recomendaba a sus monjas que hicieran ejercicio y que mascaran hierba para cuidarse la boca.

Además, añade algo suyo: el concepto de “viriditas”, vigor o fuerza de vitalidad como la savia de las plantas, y que extiende a todos los seres vivos: “el cuerpo opera a través del alma, y el alma a través del cuerpo, y el alma es la fuerza vital del cuerpo”.

“Primero debe curarse el alma, y entonces, el cuerpo puede seguirla”

Interación entre celestial y humano
Algún ejemplo:

Piedras que curan: La amatista: “Si alguien tiene manchas en su cara debe mojar una amatista con su saliva y hacerse rayas con ella encima de sus mancha”. La esmeralda: “A quien le duela mucho la cabeza debe sostener esta piedra cerca de su boca y calentarla con su aliento para que se ponga húmeda por la respiración, y frótela así humedecida por sus sienes y su frente, y después póngasela en la boca manteniéndola un buen rato, y mejorará”.

“Las plantas y los minerales sólo despliegan su poder curativo cuando uno armoniza con la naturaleza y con Dios”.


Actualmente se habla de la medicina hildergadiana. Cada vez más se va conociendo la obra de esta mujer tan especial, y los libros que se van editando se agotan enseguida. Fue la primera en aplicar la teoría clásica de los cuatro temperamentos humorales. Habla de la sexualidad con naturalidad.

Otros ejemplos de lo que nos podemos encontrar en sus libros:

•    Ir al campo y exhalar un suave olor, el perfume de los lirios, de la lavanda (aromaterapia).
•    Tomar rosa para alegrarse y salvia para calmarse (fitoterapia).
•    Hacer ayuno (no total, con zumos, caldos, infusiones) (naturopatía).
•    Recomienda la espelta (es la causante de que actualmente se consuma mucho).
•    Recomienda comer a menudo castañas, membrillo, hinojo, la manzana cocida o asada (alimentación).
•    Preparación de las plantas: en decocción, en agua con miel, en galletas, cataplasmas…
•    Pasear por el campo para que el color verde entre por los ojos (cromoterapia).
•    “Recoger en un pequeño recipiente las gotas que caen de las cepas de las viñas en primavera desde la mañana hasta el mediodía” (Flores de Bach).
•    Recomienda las habas, en lugar de las patatas actuales, que no se conocían todavía.
•    Recomienda observar y cuidar el medio ambiente (ecologista).

“Hacer todo lo que alegre el corazón”

Tiene intuiciones científicas que se comprobarán siglos después:
•    La atracción entre las masas.
•    La órbita terrestre alrededor del sol.
•    La circulación sanguínea.

Hildegarda hizo varios viajes a diferentes ciudades. Allí predicó delante de grandes personalidades de la Iglesia (una excepción, ya que a las mujeres no se les permitía hablar en público), quienes le pedían después que les enviase por escrito su prédica para tener delante sus sabias palabras. Y esto a pesar de que les reprendía: de desidia, les llamaba “culebras desnudas en sus cuevas…”. De hecho, fue directora espiritual de monjes. Esto era inaudito para una mujer de clausura y del siglo XII.

Y sus más de 70 composiciones musicales. Para ella, la música era muy importante, incluso para un desarrollo espiritual. Su “Ordo Virtutem” es un auto sacramental que hay quien lo considera el germen del género operístico. Fue compositora autodidacta, ya que no recibió formación, quizás por eso dicen que su música fue innovadora.
 “El alma es una sinfonía”


Habla de “la flauta de la santidad, la cítara de la alabanza, el órgano de la humildad…”




Dice que el cuerpo es el vestido del alma, que tiene una voz viva, y por eso conviene que el cuerpo y el alma canten con su voz las alabanzas de la divinidad.

Cuentan que cuando murió aparecieron en el cielo dos arco-iris unidos formando un gran círculo y una luz muy fuerte, además de curaciones.

”Simplemente  sé leer en la sencillez, no en la precisión del texto, pues yo soy ignorante, y no tengo ninguna  instrucción de forma exterior, sino que es en el interior, en mi alma, donde soy instruida”.

Se describe como una “pobre forma femenina”.

Hay quien la ve como la primera feminista. Evidentemente no la podemos catalogar como tal, pero sí reconocer en ella no sólo una mujer fuera de lo común, sino un ser humano muy desarrollado en todos los aspectos. Y con la suficiente autoridad como para considerarla un ejemplo de reivindicación de las mujeres, por ser un referente de las capacidades de las mujeres y por romper con los roles adjudicados a las mujeres a lo largo de la historia.

Llaman la atención algunas de sus expresiones tan exageradamente humildes, pero tenemos que entender que era la forma de presentarse al Papa, al Emperador... contradiciéndose luego con sus hechos, con la demostración de sus capacidades y su imbatible autoridad que le permitió seguir su camino con constancia, segura en sus convicciones, en ocasiones en contra de la exigencia de los hombres importantes de la Iglesia.

Fue referente inmediato de las que vendrían después: las beguinas, mujeres libres, inspiradas en ella. Vivió 82 años.
Amor de Dios


“La música es totalmente dañina para la modestia que corresponde al sexo femenino, porque las mujeres se distraen de las funciones y las ocupaciones que les corresponden… Ninguna mujer… con ningún pretexto debe aprender música o tocar ningún tipo de instrumento musical”.
(Edicto de 1686, por el papa Inocencio XI, renovado en 1703 por Clemente XI, 4 siglos después)



FUENTES: han sido muchas las fuentes utilizadas; alguna de ellas:



2 comentarios:

  1. Me apasiona la vida de esta mujer demasiado poco conocida para todo lo que hizo y todo el legado cultural que nos dejó. Me ha encantado esta entrada.

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    1. Gracias, Sandra. A mí también me atrae, y cuanto más profundizo más cosas descubro.
      Un abrazo.

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