jueves, 3 de mayo de 2012

La tiranía de la belleza en la mujer



Hace unos días recibí un correo de Ana, una seguidora de este blog. En él hablaba de esa especie de "esquizofrenia" que nos provoca el patriarcado a las mujeres con el asunto del aspecto físico, especialmente si tenemos una conciencia feminista. Ella lo expresa así:

"...hablamos muchas veces de la tiranía de la belleza en la mujer, de la desigualdad física tan bipolar, del ocaso de la edad, del sexismo, de la discriminación en el trabajo, etc... Reivindicamos la naturalidad, la arruga sana, los kilos de más, la asunción feliz y contentas del paso del tiempo cual hombre cualquiera tipo Homer Simpson. Exigimos  la valoración e nuestro esfuerzo y nuestro rol en la vida sin pasar por el filtro del aspecto. Denunciamos la reducción al fetiche que los hombres hacen de las mujeres que ocupan, por ejemplo, cargos públicos...



¿Cómo conciliamos ambas cosas, es decir, la igualdad y la denuncia de la mujer objeto, y la búsqueda de la belleza? ¿Cómo le explico yo a mi hija que hay que valorar a los demás por su bondad y su corazón, si me ve pintarme y arreglarme? ¿Cómo justificamos el hecho de querer cultivar la belleza exterior, y la negación de ésta como objeto de valor?"

Agradezco a Ana este mensaje, que coloco íntegro como comentario, porque realmente es un tema interesante y complicado. En mi caso, como profesora de Imagen Personal y feminista implicada en la coeducación, puedo hacer una labor importante entre mi alumnado joven, pero no es fácil. Porque todas las personas estamos conformadas con una serie de ideas, actitudes y comportamientos muy arraigados y difíciles de soltar, sobre todo por ser inconscientes. Esta inconsciencia provoca resistencias cuando se pretenden "ablandar". Resistencias que pueden surgir con respuestas agresivas por sentirse la persona atacada en sí misma. Pero merece la pena. Mis alumnas (y algún alumno que puedo tener) cuando comprenden lo que les quiero transmitir lo reciben encantadas, porque descubren cosas de sí mismas y de la sociedad en las que no habían pensado.

Me gusta mi trabajo. No sólo como docente, sino como docente de la familia profesional Imagen Personal. Porque la belleza es esencial en mi vida. Necesito armonía en mi entorno y me gustan las personas que se cuidan y que muestran toda la belleza que poseen.

Para mí,  mostrarse bella (o bello) tiene que ver con amarse, amar nuestro cuerpo, el único que tenemos y que nos permite hacer tantísimas cosas, como abrazar, recorrer mundo, comunicarnos, observar, comer, dar y recibir caricias... Y amarnos conlleva alimentarnos adecuadamente, ejercitar amorosamente nuestro cuerpo, descansar, relajarnos de vez en cuando, respirar bien, y construir nuestra mente/emociones de manera positiva. Porque la belleza física está en la salud.


Pero ¿qué pasa con la "tiranía de la belleza" de la que habla Ana? ¿Cómo compaginamos el mundo de la estética con la naturalidad?

Desde mi punto de vista podemos mejorar la imagen de muchas formas. Las y los asesores de imagen enseñan pequeños trucos, como ver qué colores nos va a cada persona, qué tipo de tejidos, volúmenes, accesorios, peinados, cómo comunicar mejor, etc. Todo ésto, además de hacernos sentir mejor, nos habla de nosotros y nosotras mismas, de cómo somos. Nos ayuda a conocernos.

No creo que debamos tratar de parecernos a esos hombres que no se cuidan nada (a lo Homer Simpson), más bien sería al revés: que ellos, que además prefieren mujeres bellas, aprendieran de nosotras a cuidarse en todos los sentidos (no sólo en el estético).


Lo que creo que deberíamos ir desterrando son las herramientas de belleza que rayan en violencia de género:
  • Pies pequeños en Japón (parece que está en desuso, pero ha sido una práctica aberrante, para conseguirlo tenían que romperse literalmente dedos de los pies) (ver tacones japoneses en la imagen, todo llega).
  • Mujeres jirafa en Myanmar (alargamiento de cuello con aros que no se pueden quitar porque se rompe el cuello).
  • Engorde o cebamiento de las mujeres en un país africano con el objetivo de conseguir la forma requerida por los hombres.
  • Siglos atrás, en nuestro país, el corsé (para tener cinturas de avispa acababan, gracias a esta pieza de ropa, hasta con muertes por dificultades respiratorias que terminaban en tuberculosis)
  • En occidente: los tacones (destrozan pies, columna vertebral...), las operaciones de estética (se está incluyendo cirugía de labios mayores, menores y recorte del clítoris, ablación consentida y pagada).

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     El cuerpo de las mujeres sigue aún perteneciendo al género masculino. Debemos, de una vez por todas, adueñarnos de nuestro propio cuerpo y llevalo como nos plazca, no para conquista masculina exclusivamente.

    Pienso que en la duda de arreglo sí-arreglo no, la respuesta está en: ¿lo hago por déficit de autoestima o estoy suficientemente empoderada para decidir por mí misma cómo quiero mostrarme?

    El empoderamiento se va conquistando poco a poco, y éste es el camino en nuestro caso, como mujeres. El de los hombres es desempoderarse.

    Es importante que las mujeres sepamos afrontar el paso del tiempo sin engaños. Si pones en un buscador de internet "mujeres bellas y maduras" todas las que salen están operadas. Una mujer operada, con la piel estirada, parece una niña. Desde luego, no va a inspirar el mismo respeto que una mujer madura con las arrugas que se ha ido "trabajando" con las experiencias de la vida.





    EL FUTURO SERÁ FEMINISTA




    8 comentarios:

    1. Hola Asun, hace tiempo que te sigo, y he roto mi opacidad habitual en internet por primera vez para atreverme a sumarme a la luz de tu blog ...Itaca. Alguna vez he participado como anónima....

      Así que mi mas ferviente enhorabuena por tu trabajo en la red, admirable sin duda, si. Me gusta mucho visitarte de vez en cuando (no tanto como quisiera)... coincido tanto con tus opiniones y con tu manera de ver la vida. Gracias por este regalo.

      Y quería hacerte una pregunta algo ...rara. Casi metafísica, no sé, A ver.

      He visto que eres profesora de imagen personal. Que te dedicas al mundo de la belleza y la estética. Es....sorprendente y reconfortante!

      El tema es que hablamos muchas veces de la tiranía de la belleza en la mujer, de la desigualdad fisica tan bipolar, del ocaso de la edad, del sexismo, de la discriminación en el trabajo, etc....Reivindicamos la naturalidad, la arruga sana, los kilos de más, la asumción feliz y contentas del paso del tiempo cual hombre cualquiera tipo Homer Simpson. Exigimos la valoración de nuestro esfuerzo y nuestro rol en la vida sin pasar por el filtro del aspecto. Denunciamos la reducción al fetiche que los hombres hacen de las mujeres que ocupan, por ejemplo, cargos públicos, como el ejemplo impresentable, como tantos, del ciudadano Valderas o de los ataques que tuvo que padecer la ex-vicepresidenta del gobierno, Sra. F. de la Vega....

      Cómo conciliamos ambas cosas, es decir, la igualdad y la denuncia de la mujer objeto, y la búsqueda de la belleza?. Cómo le explico yo a mi hija que hay que valorar a los demas por su bondad y su corazón, si me ve pintarme y arreglarme. Cómo justificamos el hecho de querer cultivar la belleza exterior, y la negación de ésta como objeto de valor???

      Mi madre era esteticista allá por el cuaternario. Y fue una pionera, se operó la nariz y con 50 años, se arregló la barriguita. Yo tengo una gran sensibilidad estética, pero al mismo tiempo me rebelo contra su tiranía...Mi hija sigue nuestros pasos, le gustan los colores, pintars-se, maquillar-se, ser modelo....(Perdona, parece que te haya confundido con un diván.)

      No sé si te he transmitido correctamente lo que quería. No quiero extenderme más por no abusar. Tú, desde tu tribuna y tu profesión...te has planteado alguna vez esto?.....Ya te he dicho que era una preguntita...rarilla.

      Bueno, gracias por leerme, gracias por tu maravilloso blog, por estar ahi, por tu amabilidad, tu buen hacer.

      Un abrazo

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    2. Gracias, Ana. Espero que te animes a regalarnos con más aportaciones.
      Un saludo.

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    3. Hola!

      Totalmente de acuerdo con tus palabras, Asun.
      Me gustaría invitaros a leer un texto de Vargas Llosa que viene como anillo al dedo con estas reflexiones que hacéis.
      Os dejo el link:

      http://construirigualdad.blogspot.com.es/2012/02/mujeres-de-verdad-mario-vargas-llosa.html

      Un saludo.
      Ángeles.

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    4. Pues sí, Ángeles, viene al dedo, gracias.

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    5. uy interesante la aportación de Ana y muy bonito lo que dice vargas Llosas.Ahora bien vamos a la realidad,esta sociedad ha establecido el culto a la belleza en la delgadez,hay que estar delgadas como sea.Y no,a veces la delgadez es fea,muy fea.A mi me gustan las cosas bellas,estar rodeada de cosas bonitas,pero en las personas lo bonito es la salud,en primer lugar,no es bonito estar gordo porque no es sano,y luego el interior,sí ,eso dicen de todos los feos-as,pero es verdad.Hay gente que no es guapa pero emana belleza y no sabemos porqué nos parece guapa,y es que es guapa desde dentro.
      Y luego hay que enseñar a estar a gusto con nosotros mismos,tal como somos o buscando ese peinado o esa ropa que nos va mejor.Eso no es tiranizar.Si uno está a gusto de có es y se siente segura de cómo va,no importa lo que le digan de la belleza.
      Hay mujeres y hombres operados para parecer más jovenes que son un verdadero horror.

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    6. Hola Asun,estoy completamente de acuerdo contigo....con la pequeña salvedad de que yo creo que el FUTURO SERÄ EN FEMENINO.....un saludo...

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    7. hola Asun . Veo que compartimos muchas ideas . Abrazos

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      1. Hola Asun! Muchísimas gracias por la reseña tan amable y por la reflexión, desde luego acertada....Sí, que si, que das en el clavo nuevamente y debemos conciliar nuestra belleza hacia nosotras mismas, por amor a nosotras, como reconocimiento de que aprendemos a querer lo que tenemos, y no al reves, y a cuidar lo que tenemos, lo que la naturaleza nos ha dado, siempre desde el sentido común (cosa indefinible si lo piensas...), pero se entiende. Y has dicho algo que a mi, pienso, me parece muy importante. Cuando estudiaba (uf), trabajé algo la estética desde la antropología (me ha gustado mucho ese apunte de los excesos de la belleza en otras culturas) y creo que tienes toooda la razón, que la belleza debemos medirla desde la salud. De hecho, la belleza podría ser el piloto o la lucecita que avisaba a la pareja de que esa hembra (mujer ahora) era sana o reproductiva. Así que posiblemente, la cultura sana de la belleza tal y como tu la enseñas, y tal y como las mujeres de hoy la vivimos, debemos entenderla como un binomio, como un feed back necesario con el cuidado saludable del cuerpo, la alimentación, el ejercicio, etc. Por eso, es absurdo, dentro de esta reivindicación del cuidado y el mimo de nuestra imagen, aparentar una edad y un cuerpo que, biologicamente no nos corresponden, tal y como se ha apuntado en comentarios. Porque sería incoherente con nuestra "salud". Gracias de nuevo, un fuerte abrazo.

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