Lo que me ha sugerido esta entrada es el programa de TVE de noche buena dedicado a la cantante y actriz Ana Belén, en el que presenta su nuevo disco "A los hombres que amé".
Dicho programa, elegante, con buena estética, bonitas canciones y buena voz de la protagonista (siempre me ha gustado cómo canta), lo sentí como un exceso de presuntuosidad. Presuntuosidad en el vestuario, en el potente autocontrol (que siempre le he visto a Ana Belén, me gustaría que se soltara un poco la melena y pudiéra dejar ver su humanidad), en el protagonismo masculino (Ana Belén, me agradaría verte haciendo homenajes a las mujeres que amaste, para romper un poco con ese lugar en el que tiendes a ponerte como única mujer entre hombres "progres"). Pero, sobre todo, exceso de perfección corporal en un cuerpo de 60 años.
Las mujeres estamos sometidas a un rígido estereotipo corporal. Los cuerpos femeninos que triunfan en los medios de comunicación presentan las siguientes características:
- Edad: entre 25 y 30 años.
- Delgadez extrema.
- Pechos grandes.
- Labios carnosos.
- Vientre plano.
Lo más interesante es el tema de la edad. Parece que las mujeres debemos quedarnos en una franja de edad bastante difícil (pues se supera rápidamente, como todas y todos sabemos). Así que, para mantenernos en dicha edad debemos recurrir a ciertas maniobras de estética, más o menos traumáticas, cuyo resultado es un estiramiento total.
Estas maniobras consisten en unas técnicas agresivas que van desde la introducción de sustancias con inyecciones hasta el pase por quirófano con anestesia general y recortes de las partes de nuestro cuerpo que no nos gustan.
Efectivamente, hablo de agresividad. ¿Violencia de género?
Veamos lo que se hace en otras culturas con el cuerpo de las mujeres:
- China: tradicionalmente se apretaban tanto los pies para que permanecieran pequeños que se los destrozaban de una manera horrorosa.
- Myanmar: "las mujeres jirafa". Todavía queda alguna. Se van colocando aros en el cuello, estirándolo tanto que después no se los pueden quitar porque se romperían el cuello, ya que no se sujeta solo.
- En algún país africano a los hombres les gustan las mujeres con exceso de peso. Para ello las ceban y ceban hasta que engordan.
- Millones de mujeres son sometidas a la mutilación genital. En alunos países lo viven casi el 100% de ellas.
- En España (y otros países) las mujeres se someten a cirugías de diversa índole para aumentarse o reducirse los pechos, reducirse las caderas, aumentarse los glúteos, cortarse costillas para reducir la cintura, arrancarse muelas para conseguir un rostro más seductor, rellenarse arrugas y labios, recortar piel de la cara para estirarla, recortarse barbilla, nariz, pómulos...y no nos olvidemos de los tacones, un tacón que va pareciéndose al zanco y que a la larga destroza los pies, rodillas, cintura, columna (lumbalgias) y seguro que otras partes del cuerpo, porque un ligero cambio en la estructura corporal requiere de otros cambios en zonas incluso alejadas del cuerpo para producir compensaciones (se relacionan también con dolores de cabeza). Y no quiero obviar la cirugía estética genital, de relleno del monte de venus, acortamiento de labios menores, y... acortamiento del clítoris (sí, señoras y señores, un acercamiento a la ablación elegido de forma voluntaria).
Ésto es violencia de género. Y por desgracia está tan generalizado, y tan sutilmente introducido en nuestra psique, que la mayoría de las mujeres no alcanzan a darse cuenta de ello. Argumentan que hacen todo ésto porque quieren, que lo hacen con libertad. Últimamente me está resultando difícil hacérselo ver a mujeres jóvenes, que dicen que exagero. Da igual que les explique que en otras épocas las modas eran diferentes, por ejemplo cuando se llevaba la piel blanca y se echaban polvos blancos y se pintaban las venas de azul, y que seguro que ellas lo harían si vivieran en esa época. Es difícil para muchas personas relacionar nuestros gustos con lo que nos viene dado desde afuera.
La cosa es que en todas las culturas se encorseta el cuerpo femenino, mientras que los hombres pueden disfrutar de total libertad de movimientos.
Y el problema es que no tenemos referentes de mujeres maduras bellas en estado natural.
En la imagen-mosaico podemos ver a Anne Igartiburu en dos situaciones: en estado normal, donde se aprecia su constitución, y en la noche vieja de 2010, para la que "tuvo" que ponerse a dieta, dietísima (supongo que no habría comido en varios días) para "deleitarnos" con una suprema delgadez a la par que ligerísima de ropa en plena noche invernal madrileña). ¿Por qué sufrir tanto? Otra imagen del mosaico es de Ana Belén, luciendo un rostro virginal y un cuerpo adolescente a sus 60 años.
¿Qué sentido tiene todo ésto? ¿Por qué tantas mujeres no se rebelan ante esta barbarie?
Me preocupa la deriva que está tomando todo ésto, ya que las chicas jóvenes se maquillan tanto que muchas no son capaces de salir a la calle con la cara lavada. Y no digamos de los zancos que portan, con los cuales no se puede caminar en condiciones, y mucho menos correr, saltar, bailar... Y los tintes del cabello, que lo estropean ya a tempranas edades. Antes, todo ésto era potestad de las mayores, como una forma de tapar las imperfecciones de la edad. Pero en la actualidad, las jóvenes se encuentran ya demasiadas imperfecciones.
¿"Para presumir hay que sufrir"?
Espero ansiosa el día en el que la naturalidad, espontaneidad y el mostrarnos tal cual somos sea lo que las mujeres elijamos.
Querido o querida blogger: Estoy de acuerdo totalmente, ya era hora, en tu comentario sobre Ana Belen, su personalidad y el programa promocional de su disco en Nochebuena.
ResponderEliminarYo soy admiradora de su belleza, pero, es que no puedo con the last Ana Belen. Siempre, como tu dices, pendiente de sobresalir y destacar, pero de una manera tan elegante y sutil que no lo parece, pero lo es, como dice José Mota....
Es una gran artista, carisma a raudales, todo lo que queramos....pero se ha creido su personaje y nunca se abandona a la naturalidad. Siempre va ceñida, siempre se exhibe ante lo masculino, y no lo parece, pero destila cierto patetismo de querer aferrarse al icono sexual que fue, y que vale, esta estupenda, pero parece una doña cortijera que no quiere que nadie le pise el poncho, como diría la Piquer.
Su canción, "juguete roto", recordais? ella no la recuerda, porque, como tu dices, quiere mostrar su perfección, su lozania, su maravillosa calavera como decía de ella Umbral. Hay en ella un divismo egocéntrico que la hace, como decir...insoportable pese a su atractivo. Es una pena. Carece de la humildad de su compañero.
Como la he admirado y seguido durante muchos años, hace tiempo que creo, que la diosa que enamoró a Victor Manuel se hizo de barro para él, y creo que eso se ve en Canción Pequeña. Ellos, conscientes del filón, explotan el tirón de la parejita, pero creo que esa pareja se ha transformado en...marketing? En esa canción hablan de que se sostienen uno al otro pero del amor....no sé...ahí lo dejo
Conste que esto no es un ataque, porque a mi me fascina, quizá ya como te puede fascinar un animal exótico, que con la admiración de antaño, pero me sigue admirando por su gestualidad y sensualidad. Pero sí es un analisis casero de pantunflas sobre su personalidad y sicología, ya que Itaca me ha tocado el corazón.
Además de este retrato cuché, coincido plenamente y reivindico la libertad frente al cliché de que debemos ser, tenemos la obligación de ser perfectas, estirarnos, adelgazarnos....La TV está llena de ejemplos....vease el curioso especimen de Intereconomía, en la que cohabitan frente a las luces y las cámaras, septuagenarios alopécicos presentadores junto a profesionales jovenes y divinas, sin el menor sonrojo de ninguno de nosotros. Y muchos más ejemplos, todos así...
Yo sí me rebelo contra la barbarie de la desigualdad estética en los medios, de la dictadura de la belleza....me rebelo en mi ámbito, ojalá pudiera en otros foros, en la educación de mis hijos, en las conversaciones con mis amigas...yo me mojo. Vale Itaca, donde hay que apuntarse?
Me alegra ver que no soy la única en ver esa faceta en una artista tan admirada. Es la consecuencia del narcisismo que tanto abunda, por desgracia, en nuestra cultura. A mí, lo que más me duele es el referente que resulta para la gente joven, ya que, como docente, veo cada día lo lejos que están del análisis de los estereotipos. Necesitan nuevos modelos, más igualitarios, más libres.
ResponderEliminarEspero leerte más veces por aquí, donde eres bienvenida.
Además esa pretensión, o mejor mentira, de que no se ha hecho nada, vaya que es pura genética...para estar como ella a los 60 años una tiene que cuidarse y muuucho y ni aún así; esto ya me produce una sensación de falsedad que me cae muy mal; no se debe negar lo evidente porque quedas de mentirosa por muy elegantemente que lo digas. Creo, de todas formas, que aunque allá por los 60 y 70 parecía ser de las progres hoy por hoy se ha quedado muy anticuada, cosas de la edad que aunque se quiera disimular sale por donde menos te la esperas.
ResponderEliminarHola, Anónimo. Yo creo que es mejor no echarle la culpa a la edad, que en condiciones normales aporta toda la sabiduría que falta en la juventud. Sabiduría y disfrute auténtico de la vida. Siempre que le demos a la vida la oportunidad de aprender de ella y de aceptar las limitaciones,lo que no siempre ocurre...
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