Hace unos días participé en un cine-fórum casero visionando la película AGUA, de Deepa Mehta, directora de cine y guionista nacida en India.
Agua informa y denuncia la vida de muchas mujeres de la India cuando han quedado viudas. Aunque está ambientada en 1938, en la actualidad la condición de muchas mujeres en esta situación es espeluznante.
La idea, basada en algunos textos de la antiguedad, es que las mujeres ya no deben existir tras el fallecimiento de su marido. Por lo tanto tienen la posibilidad de lanzarse en la pira junto a él (tradición llamada satí) o irse a una vivienda (que en la película llaman ashram, terrible eufemismo, dado que un ashram en un lugar de desarrollo espiritual) en convivencia con otras viudas, vestirse de blanco con una especie de sari sin coser, pintarse un círculo rojo en el entrecejo, raparse el pelo, despojarse de todas sus pertenencias y comer una sola vez al día (una especie de leprosería). Ésto es violencia de género.
"Si el hábito de la no violencia (ahimsa) está firmemente establecido, todas las hostilidades cesan en su presencia"
(Sutra II.35)
(Sutra II.35)
Ya conocemos algo del sistema de castas, donde la de las y los intocables es de lo peor, es gente vista como impura a la que no se puede ni tocar (de ahí el nombre). Pero este sistema, como tantas cosas creadas por el patriarcado, es válido sólo para los varones, ya que cuando las mujeres enviudan, pertenezcan a la casta que pertenezcan, caen irremediablemente de nivel pasando a ser intocables.
La mujeres poseemos dos características que los varones pueden envidiar:
- La maternidad
- La longevidad
¿La condición a la que quedan reducidas las viudas, sin posesiones ni derechos, sin dignidad, sin ciudadanía, sin nada...porque se trata de que NO SEAN NADA... es un castigo a su capacidad de vivir más años que los varones? Se trata de la apropiación de todo lo que era de ellas.
"Siendo confirmado el hábito de no robar (asteya), todas las riquezas se le acercan"
(Sutra II.37)
(Sutra II.37)
La ciudadanía de las mujeres es una reivindicación por desgracia todavía actual, desde aquella Revolución Francesa que desarrolló "los derechos del hombre y del ciudadano" dejando fuera a las mujeres (mejor dicho, dejándolas dentro, dentro de sus hogares, enjauladas una vez más, sin derechos de ciudadanía).
Como explican en la página web educarueca, el rodaje de esta hermosa película fue complicado, pues hubo quien lo interpretó como una crítica negativa a la región hinduísta, destruyeron los decorados, los tiraron al río, y tuvo lugar protestas públicas y amenazas que obligaron a retrasar el rodaje durante cuatro años y en otro país: Sri Lanka.
Deepa Mehta |
En ella se ve la doble moral -mujeres despojadas de todo y hobres con todas sus pertenencias y derechos incluído el de tener "amantes", usando para su placer a estas mismas "intocables"- de la sociedad india, que no dista de muchas otras, salvo en la cuestión cuantitativa, pero no cualitativa. Ésto ha estado tan extendido que en Hindi, la palabra "randi", viuda, llegó a ser sinónimo de prostituta.
"La continencia (brahmacharya) aumenta la energía"
(Sutra II.38)
(Sutra II.38)
La directora, india residente en Canadá, critica las religiones por fundamentalistas y por promover la ignorancia:
"A mi juicio, las grandes religiones han sido mal interpretadas, lo que conduce a unas reacciones que, personalmente, me asustan mucho".
Deepa Mehta ha sido considerada persona non grata en su país debido a la denuncia social que hace en sus películas, siendo Agua la última de una trilogía sobre la India (Fuego y Tierra).
Hoy día, muchas mujeres que enviudan, tras ser abandonadas por sus familiares como despojos humanos, se van a vivir a "la ciudad de Krishna", Vrindavan, con el fin de "liberarse". Viven de la caridad, recibiendo migajas de dinero a cambio de sus cánticos. No tienen un techo digno, malviven entre la miseria y andan deambulando por las calles. Muchas de ellan no conocen su edad y andan desdentadas y encorvadas 90º en muchas ocasiones (supongo que el pobre alimento que tengan no contendrá el suficiente calcio para sus huesos). Viven con la convicción de que conseguirán liberarse espiritualmente, como se les habrá dicho en incontables momentos.
"Las enseñanzas se una yoguini o un yogui fructifican si dice la verdad (satya)"
(Sutra II.36)
(Sutra II.36)
Las mujeres en la India viven muy mal. Su vida está supeditada a los varones, a servirles. Por eso, cuando él se va, ¿para qué va a vivir ella? ¿qué utilidad le queda?
De esta manera, ellos las poseen en exclusiva, porque ellas tampoco se pueden casar según las costumbres, pues la ley, lo permite desde ya hace décadas. Pero la costumbre tiene tanta fuerza...
Desde 1956 las viudas tienen derecho a recibir la herencia de su marido, pero no lo reclaman por su analfabetismo, así que, viven miserablemente pudiendo llevar una vida decente. Sus pertenencias y dinero se las queda la familia (masculina, supongo).
"Si el hábito de no codicia (aparigraha) está firmemente establecido, el conocimiento de las vidas pasadas surgirá" (Sutra II.39)
La tradición es que las hijas son casadas desde niñas a la espera de la primera menstruación, a partir de lo cual pasan a manos de sus maridos (se estima un 8% de las menores de 14 años casadas y un 50% entre 15 y 19 años).
Nacer mujer en la India se considera una maldición, por eso se producen tantos asesinatos de bebés niñas, lo que se está generando que no haya suficientes mujeres para todos los varones. Craso error, dado que somos las mujeres quienes traemos nuevos seres a la vida.
La fotógrafa Diana Ros, conmovida por la visión de estas mujeres en sus viajes por la India decidió hacer algo por ellas, y creó una ONG en Vindravan llamada SOS Mujer (www.sosmujer.org). Aconsejo entrar en esta web a quien le interese esta temática.
La doctora Mohiri Giri (el enlace es un estudio promovido por ella) es una activista india que tiene una casa de acogida en Vindravan:
Fuente: Naciones Unidas
India posee una incalculable riqueza espiritual. Algunos textos sagrados, enormemente antiguos, han inspirado e inspiran a gran parte de la población mundial. En ellos se encuentra explicada la forma de desarrollarnos espiritualmente, de AUTORREALIZARNOS, como decimos en Occidente. Son un tesoro del que tienen derecho a sentir orgullo. La religión hindú posee una disciplina, llamada YOGA, cuya práctica sincera es revolucionaria.
El texto que explica lo que es el Yoga, cuáles son sus técnicas, qué efectos se consiguen y qué es la liberación, es el llamado "Yoga-Sutras de Patanjali", algunos de cuyos sutras están escritos aquí entrecomillados y en negrita.
En los Sutras se nos dice que para llegar al Yoga (autorrealización) son necesarios ocho pasos ("el óctuple sendero"), el primero de los cuales, YAMA, trata de prohibiciones, son una base moral que toda persona que inicia el camino debe llevar a cabo y que, a aquellas más evolucionadas, les surge espontáneamente por tenerlas superadas en vidas anteriores: no violencia, no mentir, no robar, continencia y no apego.
Estos preceptos no tienen nada que ver con el tratamiento que la sociedad da a las mujeres, por lo que no es aceptable achacar las tradiciones a las sagradas escrituras. ¿O los sutras, es decir, el camino al desarrollo espiritual sólo es potestad de los varones? ¿entonces, qué hacen tantas viudas en Vrindavan orando, cantando mantras y "haciendo puntos" para liberarse?
Leyendo "Autobiografía de un yogui", de Paramahansa Yogananda, nos habla de su Maestro Sri Yukteswar, cuyos pensamientos sobre las mujeres son:
"En el sueño no sabéis si sois hombres o mujeres. Así como un hombre vestido de mujer no se hace mujer, así el alma representando el papel de hombre o de mujer, no tiene, sin embargo, sexo."
"El hombre -decía Sri Yukteswar- es también una tentación para la mujer".
En cierta ocasión le pregunté a mi Maestro por qué un gran santo de la antigëdad había dicho que "la mujer era la puerta del infierno". "Alguna muchacha sería la causa de su turbación en la primera etapa de su vida", contestó el Maestro cáusticamente. "De otra manera, debió acusar, no a la mujer, sino a alguna imperfección de su autocontrol.
Para leer más:
- Viudas hindúes, entre la desidia y el abandono.
- Viudas en la India (1ª parte).
- Viudas en la India (2ª parte).
Me ha encantado leerte ya que me encantó la película y soy seguidor de Yogananda y practico kriya Yoga.
ResponderEliminarHola, Pablo. Yogananda es un gran inspirador espiritual. A mí también me resulta interesante. Me alegra que te guste la entrada.
ResponderEliminarUn saludo.