Fuente: Lonnie DeCloedt
En mi reciente viaje a la costa oeste americana encontré un libro sobre una mujer llamada Rosa May. Me llamó la atención y decidí que a la vuelta tenía que indagar sobre ella. Y me he encontrado con una historia interesante, de la que se sabe poco, por desgracia, y con una ciudad fantasma que me encantaría visitar.
Su nombre era Rosa Elizabeth White (1855, Pensilvania - 1912, Bodie, California). Sus padres eran inmigrantes irlandeses, y según parece no la trataron bien, lo que motivó su alejamiento de ellos con solo 16 años. Para sobrevivir se dedicó a la prostitución, actividad hasta su muerte, con 57 años.
Vivió en varios Estados. Tuvo una pareja, un hombre llamado Ernest Marks, de mal carácter y alcohólico, y que la sobrevivió unos cuantos años más.
En 1893 se trasladó a Bodie, ciudad destinada a la extracción del oro. Allí compró una casa en el barrio chino, a la que fue a vivir también Ernest, reanudando la relación perdida unos años antes. Oficialmente consta como "costurera" en el censo de 1900, un eufemismo de la época para las prostitutas.
En la ciudad había 65 salones, con el fin de relajar a los mineros después del trabajo. Parece que Rosa de Mayo era la prostituta más famosa (supongo que la más querida).
Se dice que tuvo un importante papel ayudando a gentes del pueblo enfermas con neumonía, lo que le acarreó el sobrenombre de "prostituta con corazón de oro", siendo considerada heroína por los mineros. Esta misma enfermedad le causó la muerte por contagio. Sin embargo, tras su muerte, no se le quiso dar sepultura en el cementerio cristiano, cosa prohibida para prostitutas, sino fuera de la valla, junto a asesinos y personas de mala reputación (¿y qué pasa con los que acudían a ellas?). En 1960, tras leer la historia de Bodie, un hombre llamado Louis Serventi, parece que descendiente de uno de los minero que salvó, le construyó una lápida digna en una zona donde posiblemente pudiera estar, ya que su lugar exacto se perdió.
Otro hombre, George Williams, investigando sobre el pueblo encontró su tumba. Con la ayuda de su esposa y un empleado del parque la reconstruyó, aunque no existen indicios claros de que estuviera en lo cierto.
Bodie:
Pasó de ser una próspera ciudad minera de California, la tercera del Estado en nº de habitantes en 1880, a una ciudad fantasma. Cerca de Yosemite, en un lugar inhóspito alejado de todo, la hizo brillar el oro que había bajo sus pies. Entre 1860 y 1941, produjo cerca de 100 millones de $ en oro y plata. Pero la escasez del metal, unido a enfermedades, incendios, asesinatos, robos, luchas callejeras y el mal tiempo provocaron su abandono. En pie quedan más de 200 estructuras, un 5 % del total, lo que da una idea de su tamaño inicial. En 1879 Bodie contaba con una población de 10.000 habitantes, y tan malo era el ambiente que se dice que una niña escribió en su diario: "Adiós a Dios, voy a Bodie". La frase llegó a ser conocida en todo el Occidente.
Curiosamente, Bodie está abierto todo el año, aún con las nieves de invierno, protegida de vandalismos por guardaparques.
Existe un museo en el edificio que fue el almacén general, con una foto de Rosa May y su luz roja, colgada.
Hay un musical, Nevada Belle, creado por George Morgan y Duane Ashby, sobre seis mujeres que trabajaron en salones en el S. XIX, siendo Rosa de Mayo la protagonista.
Fuentes:
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