Fuente: Kubail News
Hoy he releído un libro que me ha gustado mucho, más que la primera vez.
Autora: Nawal al-Sa´dawi
Título: Nawal al-Sa´dawi
Editorial: Horas y horas
Es una historia real de una mujer en Egipto que fue sentenciada a muerte y ajusticiada en 1974. Contada por ella misma a la autora del libro, nos muestra una historia tierna, inteligente, sensible, que despierta la consciencia hacia las injusticias de la vida. Habla de una mujer que finalmente se da cuenta de lo que pasa a su alrededor; tiene una gran sabiduría fruto de su propia capacidad, de su cultura y de las fuertes, duras y tristes experiencias que le tocan vivir, experiencias que se repiten a menudo en el género femenino y a las que la sociedad da la espalda. Porque no se quiere oir, no se quiere ver, no interesa conocer muchas realidades de millones de mujeres en el mundo.
A Firdaus, mujer inteligente y con cierta cultura, le toca vivir una vida muy difícil, una vida marcada por su género. Es víctima de todos los hombres que le rodean, de todos: de su padre, de su tío, de su marido y de tantos y tantos hombres que yacen con ella en la cama a cambio de dinero.
Es una superviviente, una superviviente con mayúsculas. Parece que su vida no tiene salida, pero finalmente consigue ser ella misma, consigue resurgir y adquirir un poder que supera a la de los hombres que le rodean. Y tiene un final de liberación a lo Thelma y Louise.
Su final no duele, duele su vida anterior, porque es un final de total y absoluta liberación.
Pocas personas pueden sentirse tan liberadas.
"Subí a mi modesto coche, con la mirada fija en el suelo. Me embargaba un sentimiento de vergüenza. Me sentía avergonzada de mí misma, de mi vida, de mis miedos y de mis mentiras. Las calles estaban llenas de gentes atareadas, de diarios colgados en los quioscos de madera con sus chillones titulares. A cada paso, dondequiera que me diriguese, descubría las mentiras, podía seguir los atareados pasos de la hipocresía. Pisé con fuerza el acelerador como si estuviera impaciente por arrollar el mundo y aniquilarlo. Pero enseguida me apresuré a levantar el pie, frené bruscamente y el coche se detuvo.
Entonces comprendí que Firdaus tenía mucho más valor que yo".
Recomiendo encarecidamente su lectura.
Nada espero.
Nada deseo.
Nada temo.
Soy libre.
Nawal al-Sa´dawi (Egipto, 1931) es médica, psiquiatra, escritora y feminista. Fue Directora de Salud Pública, Jefa de redacción de un diario de salud y Secretaria General Adjunta de la Asociación Médica de Egipto. Posteriormente despedida de todo ello por sus actividades políticas. Investigó la neurosis en las mujeres (lo que le acercó a las cárceles, donde conoció a Firdaus) y fue Asesora de las Naciones Unidas para el Programa de la Mujer en África y de Oriente Próximo. En 1981 estuvo varios meses encarcelada ("Entonces dificilmente podía saber que un día volvería a cruzar esas mismas puertas, no como psiquiatra, sino como prisionera, detenida con otras 1.035 personas bajo la aplicación del decreto promulgado por Sadat"), hasta un mes después del asesinato del Presidente Sadat.
Ha sido galardonada por la Generalitat de Cataluña y se le ha otorgado el Doctorado Honoris Causa por la Universidad Nacional de México.
Ahora vive en Estados Unidos, donde critica que sus amigas "se cuidan de las arrugas porque son víctimas del mercado". "En medio de todo esto, "la mujer se desintegra" y como muestra se refirió a mujeres que van con el velo islámico y el ombligo descubierto a la vez. "La mujer es víctima del mercado. Tanto cubrirse como desnudarse son cosas del mercado, no manan del libre albedrío. El problema es el velo de la razón. La mujer no es una cosa a la que hay que ponerle artilugios para que parezca más joven". (Fuente: El Mundo)
"Prefiero morir antes de no poder expresar mi opinión"
muy bueno
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