"Empoderamiento de las mujeres y transformación social" es el título de las Jornadas que han tenido lugar este fin de semana en Málaga, y que se entremezcla con el proyecto "Ruta violeta. Diálogos feministas entre comunidades". Organizado por la Federación Feminista Gloria Arenas y que ha constado de: el encuentro de Asociaciones Feministas de diferentes comunidades autónomas, de talleres, y de las ponencias de la antropóloga Marcela Lagarde de los Ríos y de la jurista Alda Facio. Ambas, por supuesto, feministas.
Esta entrada la voy a dedicar a Lagarde, una mujer muy especial para mí y para otras muchas mujeres. Porque Marcela no habla sólo con la cabeza, sino también con y de los sentimientos, algo que en nuestra cultura, por desgracia, escasea demasiado. Porque el feminismo no es sólo pensamiento, intelectualidad; el feminismo se siente...y a veces, hasta emociona, especialmente cuando escuchas a mujeres como ella. Voy a tratar de resumir algunas cosas que comentó.
Comienza hablando de la filósofa María Zambrano, de su libro "Persona y democracia", que recomienda, y cita, de ella:
La democracia es ese orden en el que no sólo es posible, sino que es un deber ser persona.
Y sobre esto hace dos planteamientos:
- Responsabilidad de las instituciones de incidir en este derecho de las mujeres.
- Desde nosotras como feministas ¿qué valoramos de la democracia? Importante reconocer que las mujeres somos personas desde nosotras mismas (no porque seamos aquello que se supone que debemos ser o hacer, sino por ser personas).
Zambrano nos aporta luces, nos da un sentido de la vida. Ella muestra una "razón poética", que consiste en unir lo que se ha apartado desde el patriarcado: el pensar y el sentir.
El hilo conductor de su ponencia es la importancia de las relaciones positivas entre las mujeres, la importancia de crear redes. Porque, dice: ¿qué sería de las mujeres si viviéramos aisladas, solas, las crisis? No habríamos sobrevivido de los avatares de la vida sin otras mujeres. El tejido social nos sostiene a través de las redes. En época de crisis pueden darse dos opciones:
- Rivalidad y enemistad entre las mujeres por los recursos y los escasos espacios.
- Relaciones y convocatorias a las alianzas, a la cooperatividad.
¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres? Debemos entender que la alianza entre nosotras es una alianza positiva. Creamos nuevas relaciones elegidas entre mujeres autónomas, modernas, independientes, que no vamos hacia la solidaridad, sino hacia un pacto; que tiene el lenguaje de lo público, de las metodologías (estrategias es un concepto militar, del mundo patriarcal).
Llevamos ya un tiempo hablando en "a", el arduo camino de la "a". No sólo consideremos el lenguaje incluyente, sino también tener un lenguaje de paz. El feminismo contemporáneo es pacifista, es bueno cambiar el lenguaje. Podemos tomar una palabra de María Zambrano: camino en lugar de estrategias. No arrebatamos, intervenimos proponiendo.
Pacto, agenda y ciudadanía: nos quieren fuera, calladas y enemistadas (por eso estimulan el sectarismo con las demás). Cualquier sectarismo favorece al patriarcado, por eso debe ser desmontado por nosotras. Debemos tener en cuenta que toda causa del feminismo es universal. Somos universalistas, cuando se crean políticas para las mujeres se incluye a todas.
Los varones pactan: "pacto de caballeros" (Celia Amorós), aunque sean desiguales entre sí.
El pacto entre nosotras no plantea la dominación de nadie, es un pacto político para la igualdad. Nunca ha pactado la exclusión de nadie, son pactos de inclusión, de derechos.
Las destrezas para agendar y para pactar es algo que se aprende.
El feminismo es innovador, y creador de relaciones diferentes del patriarcal. Ha sido una prohibición patriarcal pactar entre mujeres.
Importante hacer consciencia de la propia misoginia, descubriéndola, desmontándola y finalmente deshaciéndonos de ella. Se trata de hacer surgir una afectividad distinta entre mujeres, una mirada con empatía. La empatía es el elemento básico de los derechos humanos. Además, la misoginia nos daña, daña a las propias mujeres, porque es automisoginia.
Claves éticas:
- Desarrollar la empatía entre las mujeres (ejercicio de no descalificar).
- Ética y estética: lenguaje respetuoso entre nosotras y al referirnos a cualquier mujer.
"No maltrato a otra mujer". No explotar a mujeres (violencia económica con repercusiones sociales y de todo tipo).
Hay una falsa creencia de solidaridad entre nosotras. Las relaciones entre mujeres son muy complejas. Hay esquemas de supremacía, la sociedad nos obliga a configurarnos de esa manera. No existen estructuras para registrarnos horizontalmente. Debemos crear nuevos liderazgos, nuevas formas de asociación. Nombrarnos, reconocernos en nuestra autoridad es un acto político feminista.
El concepto de sororidad: equivalencia entre mujeres. La equivalencia es un principio básico de los Derechos Humanos. Somos equivalentes significa que valemos lo mismo.
- Equifonía: cada una puede ser escuchada de igual manera (derecho a la palabra). Somos desoídas en condiciones patriarcales.
- Equidad: avanzar de manera justa y para lograr justicia en la sociedad.
- Equipotencia, desarrollar poderes vitales para vivir, sin dominar a nadie.
Fraternidad, en cambio, es la hermandad entre varones, que pactan, y además pactan la exclusión de las mujeres.
Afidamiento, concepto que proviene del feminismo de la diferencia, es propiciar confianza entre las mujeres. Se desarrolla fe entre mujeres, y luego viene la confianza. Reconocer la autoridad de cada mujer. Recomienda la lectura del libro "No creas tener derechos", del colectivo Librería de Mujeres de Milán.
Sororidad no consiste en coincidir en todo. La agenda feminista no es religiosa. El feminismo no es una religión, no es pensamiento único. El feminismo es diverso, reconozcámonos en su riqueza, no seamos guías ideológicas de las demás. Pactemos agendas con un plazo de tiempo. Las agendas son finitas. Nuestros pactos son temporales y deben estar muy circunscritos.
Alice Walker, autora de "El color púrpura", manifiesto feminista de sororidad, ha escrito varios libros interesantes, uno de los cuales habla de la mutilación femenina en Occidente haciendo alusión a la cirugía estética. Otro lleva el título "En busca de los jardines de nuestras madres", sobre la genealogía, no se refiere estrictamente a nuestra madre biológica, también escogemos a nuestras madres, a aquéllas mujeres que nos antecedieron. Además, esta mujer fue una pionera: hizo su tesis sobre la primera antropóloga afrodescendiente en Estados Unidos.
También cita a Gloria Steiner, por su libro "La revolución desde dentro"
Termina recordándonos:
Somos portadoras de este gran avance en el mundo: la construcción de la humanidad de las mujeres.
No ocultemos que somos feministas. Hemos hecho una gran aportación a la civilización.
Hemos incluído en el diccionario el vocablo "humanas", la más bella palabra de nuestra lengua. Humana es una nueva categoría de género.
Agradecemos y difundimos . Abrazos .
ResponderEliminarGracias y un abrazo, Hortensia.
ResponderEliminar