Se llamaba Josefa Rodríguez Álvarez y hoy nos ha dejado, con 85 años. Adoptó el apellido de su marido (Aldecoa), con lo que en parte es él el que tiene la fama, pues cuando se la cita se está nombrando el apellido de él, cosa frecuente en tiempos pasados en nuestro país. Una forma sutil de invisibilizar a las mujeres aunque destaquen.
Docente y escritora, su espíritu renovador la llevó a crear una escuela inspirada en la Institución Libre de Enseñanza: el Colegio Estilo. Con la valentía de hacerlo en 1959, en plena dictadura franquista. Esta institución sigue en la misma línea desde entonces, y Josefina era su directora. Se da importancia a las artes, no se habla de religión y no hay libros de texto. Ella dice que entronca con la escuela republicana: estímulo de la creatividad, libertad de pensamiento, de expresión y de comunicación, desarrollo de un espíritu crítico y analítico.
Era Licenciada en Filosofía y Letras y Doctora en Pedagogía. Su dedicación a la docencia viene de lejos, de una línea familiar femenina, con una abuela y madre maestras.
Josefa Rodríguez Álvarez ha sido una más de esas mujeres interesantes, inteligentes, inquietas e innovadoras.
Entrevista: "La mirada de la Institución Libre de Enseñanza"
Sí,efectivamente ha muerto una escritora sencilla,muy importante para nosotras que nos hemos dedicado a la enseñanza,a la que ella se dedicó gran parte de su vida,no sólo desde la fundación del colegio"Estilo",sino en primera fila,enseñando,y escribiendo una obra interesante como es Historia de una maestra",esta y "Conversaciones de una abuela",escrita para su nieto,me atraen especialmente.
ResponderEliminarCastellana,como yo,ella de León,tierra recia.Gran amiga de una de mis debilidades:Carmen Martin Gaite.No sólo adoptó el apellido de su esposo,sino que después de morir él,estuvo 10 años dedicada a enseñar,sin escribir o publicar.
Otra más que se nos ha ido.Otra pequeña-gran mujer.
Adios Josefina.
Efectivamente, leonesa. Y vivía en Cantabria, donde murió. Acabo de venir de allá, adonde acudí pasa asistir a unas Jornadas de Políticas de Igualdad, y el sábado me encontré en la prensa de allí dos esquelas por ella. Parece que vivía (o al menos pasaba grandes temporadas) en la zona de Cabezón de la Sal. En el periódico había una carta de un ex-alumno suyo muy tierna en la que le agradecía todo lo que le enseñó, y comentaba cómo el colegio Estilo era un oasis donde podías sentirte libre y desarrollar la creatividad. Allí todos y todas, niños y niñas, aprendían todo tipo de cosas, incluida la costura.
ResponderEliminarBonito homenaje el del alumno.Y muy interesante que aprendieran,niños y niñas igual,incluida la costura,y porque no?,a mi no me gusta y me hubiera encantado un hombre que supiera coserse un boton,¡qué gran mujer!
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