miércoles, 1 de diciembre de 2010

Violencia de género, problema de los hombres que vivimos las mujeres




Tras el paso de un nuevo 25 de noviembre de da-igual-el-año-porque-siempre-es-lo-mismo, inserto aquí este vídeo de Iñaki Gabilondo que, aunque es de hace dos años, sigue y seguirá estando de actualidad.

Porque en esta ocasión quiero denunciar,

quiero denunciar en primer lugar a los hombres, por no levantar un grito (o un montón de ellos) contra todos esos congéneres suyos que campan por sus anchas tratando a las mujeres como seres inútiles pero de las que dependen y a quienes necesitan cotidianamente,

quiero denunciar a la sociedad en su conjunto, porque lo que está ocurriendo todavía en la actualidad clama al cielo y es una auténtica alarma social que casi nadie quiere ver,

quiero denunciar al profesorado, porque como enseñantes tenemos la obligación de sensibilizarnos en esta cuestión, visibilizar la violencia que están viviendo o que han vivido muchas de nuestras alumnas y que están ejerciendo algunos de nuestros alumnos, y educar en valores de igualdad, haciendo una labor COEDUCATIVA,

porque, como dijo Gandhi: "No me asusta la maldad de los malos, me aterroriza la indiferencia de los buenos".



Y estas denuncias me las provoca el contacto con la realidad. Mi disposición a conocer la situación de algunas alumnas del instituto en los últimos años ha llenado mi corazón de tristeza y mis entrañas de rabia y de impotencia.

Conozco las microviolencias que sufrimos constantemente todas las mujeres que tenemos la suerte de vivirlas de ese modo... en micro... aunque la suma de un montón de ellas hace una montaña de "detallitos" desvalorizantes, a pesar de los cuales seguimos en la brecha de la vida estudiando más, sacando mejores notas, dedicadas a las tareas domésticas, tareas de cuidados y en trabajos remunerados... ¡Ah! y siempre con el mejor aspecto, con presiones sociales para una delgadez y bellezas imposibles... con operaciones para moldear nuestro cuerpo al estándar de una barbie imposible de existir en carne y hueso.

Lo que me era del todo desconocida era la realidad de un montón de mujeres de nuestro entorno.

Mujeres que ya desde niñas son insultadas, desvalorizadas... que ya en sus primeras relaciones de pareja, muchas veces desde los 12 años, viven un maltrato de lo peor, con violaciones, vejaciones de todo tipo...

Veo chicas maltratadas por sus parejas, por su padre, chicos educados con un padre maltratador, problemas de alimentación provocadas por algún novio aburrido de llamarlas gordas despectivamente...

Y lo que más me asombra es la capacidad de las mujeres para rendir allí a donde van a pesar de la baja autoestima que tiene que provocar todas estas vivencias.

¿Qué ocurriría si no fueran mujeres? ¿Seguiría la sociedad impasible?

NO PODEMOS SEGUIR MIRANDO HACIA OTRO LADO

"Tengo cosas marcadas a fuego en mi mente y por mucho que he intentado olvidarlas y enterrarlas no he podido, aún hoy sigo intentándolo".

"No podía saludar a nadie, cuando iba por la calle tenía que agacharles la cabeza, y a veces prefería no salir para evitar hacerlo"

"Si me echas de casa la quemo con vosotros dentro".

"Después empezó con la ropa, que si esa falda no, que para qué me la voy a poner, que no me pintara, que no me alisara el pelo, que no me lo dejara suelto, etc iba al instituto fatal, parecía que no tenía ropa ni nada y tenía una cara que daba pena. Siempre me elegía la ropa antes de irse. Empezó a pegarme voces, a insultarme y a pegarme".

"Una situación que recuerdo claramente es ver cómo mi padre le tiraba un machete a mi madre..."

"...en varias ocasiones llegaba a casa con su amante y la levantaba para que les hiciese la cena".

"No salíamos a ningún lado, y si le decía que fuéramos, aunque fuera a comer, me decía que era una gorda y que estaba todo el día comiendo".

"Siempre me ha mandado callar, para él no tenía voz ni voto, era imbécil, y ciertamente me sentía así. Cuando teníamos visita tenía que comportarme de manera sumisa y hacer todo lo que me mandaba sin rechistar, rápido y con buena cara, aunque estuviera enferma".

"Cuando lo dejé no me dejaba tranquila, se ponía a llorar diciendo que no podía estar sin mí, que iba a cambiar... al final conseguí que me dejara...Pasó el tiempo y ya parecía que tenía vida, pero me di cuenta de que algo se me había quedado. Tenía bulimia".

"Para mi padre todas las mujeres son unas "putas", incluida su madre. Lo malo de esa situación es que mis hermanos son iguales que él".

"Desde los cuatro años hasta los trece sufrí abusos por parte de un tío de mi madre".

"...Le ha dado golpes, azotarla con un cinturón, insultarla...La levantaba a las tantas de la noche para que le hiciera de comer a él y a sus amigos que venían de juerga, sin poder negarse, ya que si no recibía una paliza".

"... de repente empezó a besarme, la cosa siguió a más, yo le dije que no, que era demasiado pronto, y él, aprovechando que no podía defenderme me tiró en la cama y me violó varias veces, no pudiendo escapar, estaba paralizada por el desconcierto, el miedo y el dolor de mi espalda..."

"Hoy en día, sus propios hijos tienen amenazado a su padre, de que si le pone la mano encima a su madre, lo matan... Yo me pregunto, ¿por qué no se divorcia definitivamente y sigue aguantándolo? No sé la razón".

"Pedí ayuda, y lo comenté en clase para que me ayudaran. Me ayudaron mucho, profesoras, mi familia, mis amigas y mis compañeras de clase sobre todo, que tengo mucho que agradecerles. Poco a poco también salí de esto, y ahora estoy súper feliz, porque como de todo, salgo, me visto como quiero, río, lloro, juego, me pinto, y no hay nada que me lo impida, y tengo una relación con una persona que lo quiero muchísimo y me ayuda en todo. Compartimos muchas cosas y nos lo pasamos muy bien."

"Al final he conseguido lo que quería, por eso digo a las personas que tengan problemas que lo hablen, que se puede salir de todo. No os calléis, por favor".


Mi agradecimiento a las alumnas que me han confiado estas y otras muchas historias (alguna de ellas supera la magnitud de la violencia que describo aquí), de una manera tan generosa, sencilla y positiva. En muchos casos buscando la parte de superación de su historia, sin caer en victimismo y contentas de haber roto relaciones de maltrato para encontrar en la actualidad parejas con las que pueden compartir su vida de otra manera más humana.


5 comentarios:

  1. Me ha impactado las confesiones de esas alumnas tuyas,porque tendemos a creer que la violencia de genero se da en el lugar de matrimonios o parejas de mas edad,no en niñas de instituto.Aunque yo iria mas lejos,porque lo he vivido,se da tan bien en niñas menores por parte de padres o parejas de sus madres.Y esto es atroz,porque,como dices a una niña que denuncie,que hay una ley etc,ahí es donde los que estamos alrededor y normalmente ,miramos hacia otro lado debemos intervenir,y os puedo asegurar que es complicado.
    Estoy de acuerdo con Gabilondo,hemos avanzado,legalmente,en conocimiento de los hechos pero no hemos avanzado en la raiz.Creo que ,es verdad,que todos ven mal el maltrato,la discriminación,pero más,en muchos casos,porque es políticamente correcto.Hay que avanzar más,cambiar esa tela de araña cerebral y avanzar de una vez de la sociedad patriarcal de donde venimos,y esta labor la tienen que realizar los hombres.
    Pienso que,a nivel,medios de comunicación,no se ha hecho lo suficiente.Los periódicos se limitan a dar fé,como notarios de la lista de mujeres muertas por esta causa,pero no se hacen Editoriales,o estudios publicados que espongan algo sobre el tema,y eso es porque la mayoria de los directores y redactores importantes son hombres y como pasa en la reunión,en este tema no aparecen.
    hemos avanzado,pero si nuestras alumnas siguen sufriendo vejaciones,todavia no estamos haciendo lo suficiente.Y sí,yo hecho de menos que el hombre se implique más,no que se pronuncie.

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  2. Me ha dado un escalofrío al leer esta entrada, me parece increible que todo esto suceda en nuestro entorno sin darnos cuenta de ello. Supongo que yo también soy de los que mira hacia otro lado, pero es cierto que en ocasiones las personas cercanas se sienten impotentes para ayudar cuando es la propia víctima la que pone barreras...
    En el uso del lenguaje ya conoces cual es mi opinión, pero creo que en la publicidad y en las series juveniles es donde deben cambiar los estereotipos, pues si bien muchos nos venden a la mujer triunfadora y dueña de su vida, al final esta siempre acaba sucumbiendo (por amor) frente "al chico de sus sueños"...
    Por último creo que uno de los errores es que la igualdad entre sexos no se ha planteado precisamente como una igualdad, sino como una guerra por la supremacía de uno de los sexos, de ahí que, en mi opinión, las políticas y avances en ese sentido encuentren tanto rechazo.

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  3. Hola, Miguel. Yo creo que si profundizaras en la cuestión del lenguaje cambiarías de opinión. Al menos es lo que nos pasa a todas las personas que participamos en formación en género. Es necesaria ésta para tener una opinión con más información. El lenguaje es tan importante que es lo que más molesta. ¿Por qué, si no importa?

    Por otra parte, no comprendo lo que dices de que se ha planteado la igualdad como una supremacía de uno de los sexos, pues no es así en ningún modo. Si te refieres a la supremacia de la mujer respecto a la del hombre, creo que no estamos ni en una centésima parte de esa posibilidad. Tratamos de hacer visible el mundo femenino en la historia, conocer aportaciones femeninas, etc.

    Un abrazo y me alegro de verte por aquí de nuevo.

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  4. Hola a todos. "Supongo que yo también soy de los que mira hacia otro lado, pero es cierto que en ocasiones las personas cercanas se sienten impotentes para ayudar cuando es la propia víctima la que pone barreras... " Cito las palabras de Miguel (a quien aprovecho para mandar un cariñoso saludo) porque me he visto en esa circunstancia de saber que una chica tiene problemas, ofrecerle ayuda y ver cómo la rechazaba. Es una experiencia terrible, aunque desde luego no es comparable con las situaciones espantosas que describen unas chicas tan jóvenes y que ya se ven obligadas a vivir con ese bagaje a cuestas.
    Pienso que yo podía haber hecho algo más que ver cómo esa alumna del curso pasado rechazaba mi ayuda, tal vez podía haber actuado iniciando un procedimiento de oficio, contactando con el Instituto de la Mujer, con la Concejalía del Ayuntamiento... pero no hay forma de saber lo que habría estado poniendo en marcha. Me refiero a que es posible (aunque no probable)que se hubiera investigado por parte de las autoridades y la cosa quedara en nada, o que el padre tomara represalias contra la chica o la familia por haber levantado el caso. Lo único que puedo decir es que me arrepiento de no haberlo hecho, y siento decir que no es suficiente con lamentarlo, pero en este momento no puedo hacer otra cosa.
    Por otra parte, quiero disculparme contigo, Asun, por ser parte de esa masa pasiva que no trabaja lo suficiente este tema en el centro, y que últimamente te ha hecho sentir aislada y decepcionada. Espero poder revertir esa situación en el futuro.
    Un saludo a todos/as.

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  5. Muchas gracias, Paco, por tu sincera y humilde aportación. Realmente es difícil saber qué podemos hacer cuando nuestras alumnas nos comentan sus penosas vivencias de violencia. Por todo lo que comentas y por algo más: cuando nos lo cuentan es porque confían en nosotr@s, ya que no debe ser fácil reunir el valor para ello. Creo que el permitirles liberar esas experiencias que viven en soledad y conseguir que sientan el apoyo de sus compañeras es una gran ayuda. Y si, en contra de su voluntad, iniciamos un trámite de denuncia ¿no estaríamos traicionando su confianza?
    Es difícil, al menos también para mí, encontrar el camino para que salgan de la situación, o hacer lo que se debe hacer.

    Por otra parte, valoro mucho tus aportaciones en el instituto. Además, como hombre, eres un buen ejemplo de hombre igualitario para nuestro alumnado.
    Un abrazo.

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