jueves, 2 de septiembre de 2010

Homenaje a las mujeres de Malí



He estado recientemente viajando por Malí. Me ha fascinado el país y sus gentes. Un país lleno de color y vitalidad, y unas gentes llenas de sonrisas, simplicidad, generosidad. En definitiva, todo lo que nos falta en nuestras vidas "civilizadas".

De camino vimos familias disfrutando de un baño. Cuerpos de chocolate en charcas con agua chocolateada que se van formando por todas partes en esta época del año, sobre todo niños. Festejan el agua. Cuerpos con desnuda inocencia mostrándose a la vida.

Poblados con habitantes que portan ropas sencillas y en muchas ocasiones rotas. En uno de ellos nos escontramos además con una madre que tenía a su hijo en brazos y que nos dijo que estaba muy enfermo y no tenían médico... un chaval me enseña un pie para que vea que está malito... nos piden camisetas, bolígrafos, cuadernos...

Roce de manos al compás de "ça va?". Miradas curiosas que se acercan corriendo con la alegría inocente de conocer lo nuevo que la vida les depara.

¿Por qué hemos perdido esa sana curiosidad por quien es diferente?




Me cuesta entender el concepto de vivienda. ¿Cómo puede vivir una familia bajo un simple techo redondeado de paja? Miro y remiro por dentro y apenas encuentro enseres ¿dónde está todo lo que tengo en mi casa? ¿No se plantean nada? ¿Solo viven? ¿Y esa amplia sonrisa que nos regalan?

Malí o Mali, es uno de los países más pobres del mundo. Muchos de sus habitantes viven entre calles llenas de barro, de aguas sucias, sin luz, sin agua corriente, sin retretes ni neveras. Sin microondas ni lavavajillas.

Tampoco poseen la posibilidad de ir a las escuelas con facilidad. Sí en teoría, lo mismo que oficialmente tienen una democracia y el gobierno ha firmado y ratificado en contra de la discriminación hacia las mujeres y hacia los niños. Pero en la práctica, más del 90% de la población femenina es víctima de la mutilación genital, y solo una pequeña proporción se encuentra alfabetizada (27% de los hombres y 12% de las mujeres).




Lo peor es la sanidad. Si entras en algún dispensario te puedes caer de espaldas. Desde luego, el mejor regalo que se les puede hacer son medicamentos, vendas...

Me ha llamado la atención la tolerancia que hay entre sus gentes. En un mismo poblado coexisten iglesia cristiana y mezquita musulmana, aunque ésta sea de uso mayoritario. Sin olvidarnos de las creencias y prácticas animistas. Etnias peul, bambara, dogón, bozo, malinké, tuareg... aportando cada una algo diferente y viviendo en armonía (cultivos de mijo, de algodón, de cacahuete, de arroz... pastoreo de cabras... artesanía... comercio de sal, oro..).

Y especialmente sus mujeres, grandes e importantes trabajadoras. Se las ve dedicadas al cuidado de sus criaturas, vendiendo, construyendo sus viviendas, moliendo el grano, cocinando, lavando, hilando, cultivando, pastoreando... incluso, haciendo varias cosas a la vez, llevando a su hijo o hija en la espalda mientras porta algo sobre su cabeza, o mientras lava o vende... Las niñas ya se encargan de cuidar a sus pequeños hermanos o hermanas, bien sujetos a sus espaldas (no he visto a ningún niño dedicado a ello). También las he visto bailando, en una danza tuareg del desierto en torno a Tombuctú, ciudad mítica de la que se dice que cuesta entrar pero también salir.

Donde no las he encontrado es en puestos de poder de los diferentes poblados, ni disfrutando de un tiempo de ocio, como sí he visto a grupos de hombres sentados en el suelo en corro jugando a las cartas. Tampoco las he visto coser ni pescar, sí en cambio a los hombres.




Voy a narrar una conversación que tuve con un guía al respecto en una tarde en la ciudad de Tombuctú:
- Solo veo hombres por la calle, descansando o jugando ¿dónde están las mujeres?
- Trabajando en las casas.
- Entonces ¿las mujeres trabajan más que los hombres?
- No, trabajan más los hombres, pero por la mañana.
- ¿Y las mujeres no trabajan por las mañanas?
- Sí, por las mañanas trabajan en el campo, o vendiendo...
- ¿O sea, que las mujeres trabajan por la mañan y por la tarde y los hombres solo por la mañana?
- Pues... sí...
- Por lo tanto ellas trabajan más ¿no?
- Sí...

En realidad no sé qué me llama la atención, cuando en nuestra cultura ocurre lo mismo en la mayoría de las familias.


Vuelvo a mi vida, a mi casa, a mi gente... pero ya nada es lo mismo. Vivo en un palacio, me sobran un montón de cosas que nunca utilizaré, no padezco ninguna incomodidad: si hace calor, pongo inmediatamente el aire acondicionado, si tengo hambre, doy dos pasos, abro el refrigerador y cojo lo que quiera, si tengo necesidades fisiológicas, tiro de la cadena y asépticamente hago desaparecer lo que me incomoda. Si tengo que desplazarme algún km tengo un hermoso coche que me lleva... ¿Por qué tanta infelicidad en una sociedad donde se ha conseguido de todo?

Libros de viajes que recomiendo:
  • "Rumbo a Tombuctú", de Mark Jenkins. Viaje autobiográfico de cuatro aventureros de Norte América que se lanzaron a la aventura de recorrer el río Níger desde su nacimiento. Escrito con gran ternura, va narrando de forma paralela su viaje con los de otros aventureros del pasado. Recomiendo su lectura sentad@s al borde de una pinaza descendiendo el río, rumbo a Tombuctú, mientras se disfruta del aire, del agua, de ambas orillas, de las diferentes formas de vida y construcciones variadas de sus habitantes, y del cielo, de un cielo que se siente infinito debido a las hermosas y originales formas de las nubes.
  • "África en silencio", de Manuel Villar Raso. Habla sobre la condición de las mujeres en Mali, haciendo hincapié en la ablación. Muy interesante leerlo antes del viaje como forma de afinar los sentidos más allá de lo que se percibe en los viajes organizados.
  • "Cita en Tombuctú", de Pep Subiros. Está agotado, pero para quien pueda conseguirlo, es un viaje novelado a esta mítica ciudad. Lectura muy agradable que engancha desde el principio. Se puede leer previamente al viaje, pero resulta delicioso a lo largo de él.
Música. Mali se caracteriza por buena música, nada raro teniendo en cuenta la gran vitalidad de sus gentes. Yo compré dos CD de mujeres que me encantan:
  • Oumou Sangaré: compositora y cantante comprometida con la condición de las mujeres, denuncia la poligamia, los abusos, los matrimonios pactados...
  • Rokia Traoré: cantante, compositora y guitarrista. Sus canciones son muy agradables y no cansa escucharlas las veces que sea.


Finalmente, me animo a añadir una foto que me hice con dos dogones con las máscaras que portaron en la danza que nos dedicaron. El País dogón es muy interesante. Ha permanecido muchos años aislado de otras culturas, manteniendo sus costumbres neolíticas. Son muy famosas sus máscaras.



"...te encuentras cuando menos lo esperas con mujeres que son un ejemplo asombroso de supervivencia extrema. También con um gran río, el Níger, que contra toda lógica marcha en dirección norte hacia el gran desierto y las arenas en busca de alturas; y, al igual que este río, uno quisiera convertirse en un ser libre y alzar el vuelo con ellas hacia los cielos."
Manuel Villar Raso, "África en silencio"


4 comentarios:

  1. Hola Asun
    ¡que maravilla que hayas conocido Mali!muy interesante tu percepcion de la realidad, y que curioso que se parezca la vida de las mujeres de alli que de aqui,no? ...
    un abrazo solidario
    Silvia

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  2. Hola, bienvenida. Es un ejemplo más de que la condición de las mujeres es universal...

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  3. Maravilloso viaje y muy bella la manera de describirlo.Me ha encantado.
    Sería bueno que nos dieramos cuenta que para ser medianamente féliz no hace falta tantas cosas superfluas como tenemos en nuestra vida.Sí es un adelanto,pero pero material,espiritualmente perdemos porque no vemos lo que de verdad importa,las cosas sencillas.
    Muy ilustrativo ver que vayamos donde sea,Mali,(tengo una amiga que ha estado en Cuba,en zonas rústicas y describe lo mismo)Cuba,La India..,da igual,la mujer es el pilar donde se apoya toda la vida,aunque igual que en los "paises desarrollados"?,nunca ocupan puestos de poder,ni se valora su trabajo,que en estos paises es doble:en la casa y en el campo.Eso es igual,lo que cambiará es que para ellas es lo que debe ser y para nosotros,ya(gracias a dios,) no.
    Muy bellas loas dos tipos de müsica,ya sabes que me encanta la música.
    Y tambien es de valorar su tolerancia religiosa y etnica,aunque tengas costumbres que debieran estar erradicadas,pero si tubieran todo,sería el "paraiso".Gracias por hacerme ver con tus palabras un pais que,por desgracia,no puedo visitar.

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  4. Hola, Yucas. Me alegra leerte de nuevo. Desde luego que esos países tienen mucho que enseñarnos. África tiene algo que engancha, yo creo que en parte es porque es un poco el paraíso perdido (a ver si lo encontramos de nuevo).

    Besos.

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