Este es el título de un artículo de José Enrique Bernal qué salió en el diario SUR el pasado 17 de junio. Este abogado lleva trabajando más de quince años con mujeres víctimas de malos tratos, por lo que posee dilatada experiencia y conoce de primera mano la situación de estas mujeres.
Comenta, al hilo del caso del hombre que estuvo 11 meses en prisión por denuncia de malos tratos y que recientemente salió por archivarse el caso al considerarse falsas las denuncias, que le llama la atención cómo muchas personas aprovechan este tipo de noticias para manifestarse en contra de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género aduciendo "que las mujeres utilizan las denuncias para obtener mejores condiciones en los divorcios".
Informa de que "pese al gran número de denuncias por violencia de género que se presentan sólo existen un mínimo de condenas... si bien puede haber denuncias falsas, no lo es más que en el resto de los delitos, no debiendo ser esta circunstancia el centro de atención de los malos tratos", sin perjuicio de que se aplique la Ley penal en caso de que este hecho se presentara.
Nos muestra la realidad que ha visto en estos años de trabajo: "Frente a las supuestas denuncias falsas, en la inmensa mayoría de los casos las mujeres se niegan a denunciar a sus agresores, unas veces por miedo a las represalias y otras veces, porque ni siquiera son conscientes de ser víctimas de sus maltratadores y llegan al extremo de culpabilizarse de la situación".
"Del total de mujeres maltratadas que atienden los organismos de igualdad o los servicios de atención a víctimas, sólo se plantean denunciar el caso no más del 20% y lo hacen con el convencimiento de que exclusivamente así podrán obtener protección policial y judicial manifestando casi de forma unánime que no desean que el agresor vaya a la carcél, que es el padre de sus hijos e hijas, que sólo pretenden que se las deje vivir tranquilas... Cuando por cualquiera de los operadores de la Justicia, se les explica que la denuncia dará lugar a un proceso penal, a un juicio y a la posibilidad de que su marido , novio o compañero pueda acabar con sus huesos en la cárcel (pocas veces, por desgracia, termina así) casi sin excepción piden retirar la denuncia (lo que afortunadamente hoy la Ley prohibe) y llegan hasta a cambiar su versión de lo sucedido ante el Tribunal el día del juicio y se exponen a ser condenadas por ello, porque algunos Jueces creen-en una aplicación inhumana, probablemente legal pero fría de un Código Penal ignorante del proceso de secuestro emocional por el que está pasando la víctima- que hay falsedad en su testimonio y ahí la Justicia sí será rigurosa y perseguirá a la víctima para volver, una vez más, a victimizarla, pondrá en marcha la maquinaria judicial con toda la eficacia que, quizá, no tuvo para condenar al agresor".
Me ha llamado la atención este artículo, porque me lleva a comprender un poco más a las mujeres que viven esta experiencia. Entiendo que deba ser difícil salir de una relación en la que hay tanto miedo y se me ocurren varios motivos:
1º. Es una relación de amor, lo que hace más compleja la situación.
2º. En muchos casos hay hijas e hijos, por lo que las consecuencias de la decisión que tome la mujer repercutirán en ellos y ellas.
3º. Estas mujeres suelen tener una autoestima muy baja, culpabilizándose con frecuencia.
4º. El miedo paraliza. Incluso a veces es la causa de que la persona maltratada se ponga del lado del maltratador ("Sindrome de Estocolmo").
5º. Los roles de género imbuidos desde antes del nacimiento llevan unos mensajes que inferiorizan a la mujer frente al hombre, y a éste le dota de poder frente a la mujer.
6º. No hay que olvidar que la niña y el niño que hayan vivido estos roles en la familia tenderán a repetirlos. Es muy importante el modelo de madre y de padre que tengamos en la infancia, pues los interiorizaremos y después será difícil deshacernos de ellos.
Y después de comprender un poco más todo esto llama la atención que una noticia de falsa denuncia provoque tanto revuelo.
Una vez más caemos en lo mismo, en poner el acento en lo que rodea a lo verdaderamente importante y sangrante como es la violencia de género.
Por desgracia en este momento hay una manifestación en las calles de Bilbao por el Inspector de Policía Nacional asesinado ayer. Con cada muerte por ETA me surge rabia, impotencia y hartazgo. Cada vez que muere una mujer asesinada por su pareja siento lo mismo.
¿La sociedad siente lo mismo en un caso que en otro?
Me pregunto por qué con cada falso aviso de bomba por parte de una supuesta ETA (cosa que ocurría mucho en el pasado) no se minimizaba la situación, como ocurre con el caso de la mujer.
Seguimos teniendo dos varas de medir.
Entradas relacionadas: ¿Por qué algunas mujeres se quedan con el golpeador?
.
Hola me gusta mucho tu blog, he encontrado muchos recursos e información. Mi blog es http://redmujeresciudadanas.blogspot.com/2009/06/lecciones-desde-iran.html
ResponderEliminarEs ironico que una mujer que ha sido maltratada, piense que su compañero le cuidara para toda su vida, y esto me hace pensar como Sócrates (la contra).
ResponderEliminarNo es cuestion de buscar culpables, pues parece que una simple mirada de un hombre es un insulto.
Yo pienso que es la persona (hombre ó mujer) la que debe saber cual es su sentimiento frente a ese tipo de animales (miedo,sufrimiento,admiración), y actuar en consecuencia. Yo he visto a un hombre ridiculizado a voces por una mujer y alcontrario tambien (las dos actitudes me parecen iguales), y no he visto ninguno que tenga el valor de decir "se ha terminado".
Total: Creo que tanto en mujeres como en hombres tenemos personal con muchisima maldad y es naturaleza humana destruirse a uno mismo, ¡ imaginate con los demas!. No lo pienso para mis adentros pero "solo se que no se nada".