Considero importante la positividad en la vida, pues pienso que eleva el espíritu y nos hace mejores personas. Pero a veces nos encontramos con asuntos complejos a los que sentimos que debemos dar respuesta.
Y eso mismo me ha ocurrido este fin de semana tras la lectura "amable" de Arturo Pérez-Reverte de su artículo "Universitarios de género y génera".
En él comenta su opinión personal acerca de una carrera universitaria que parece que se iba a crear en una Universidad privada (según creo) de Madrid. He leído que el MEC no lo va a permitir. En concreto, no sé de qué va el asunto, pues no conocía esta noticia ni sus detalles. Por lo tanto carezco de suficiente información para valorar el hecho. No es eso lo que me anima a escribir, sino la forma como lo expresa.
"En sintonía con la ignorancia insolente, contumaz, de la ministra Bibiana Aído y su gallinero de tontas de la pepitilla, feminatas desdaforadas que tan triste favor hacen a la lucha por los verdaderos derechos de la mujer. Convirtiendo reformas razonables, necesarias, en un lamentable número del Bombero Torero. Para troncharse, oigan. Si no fuera tan triste, y tan grave."
Me apena que se descalifique así a una ministra, me duele, como persona y como mujer.
La violencia de género puede expresarse de muchas formas: con insultos, físicamente, desvalorizando, invisibilizando...
En muchos Centros escolares estamos desarrollando un gran trabajo para tratar de mejorar la situación de la mujer (y consecuentemente del hombre): potenciando el autoconocimiento en el alumnado, tratando de concienciar en la no violencia, visibilizando a mujeres destacadas (y anónimas), valorando las características del género femenino para adoptarlas mujeres y hombres (las del género masculino ya están suficientemente valoradas y las mujeres las van integrando), diferenciando sexo de género, mostrándoles una sexualidad responsable, investigando el lenguaje...
Este último punto parece que es el que más ampollas levanta. Me pregunto por qué. Muchas personas aducen que el lenguaje no es tan importante. A ellas les digo: ¿si no es importante por qué te molesta tanto que tratemos de acercarnos hacia un lenguaje no sexista?
Para mí, el lenguaje es fundamental. No hay mayor invisibilidad que la que mostramos hablando, y las consecuencias de no nombrar a la mujer son desastrosas. Por ejemplo, apenas se sabe nada de las aportaciones que las mujeres han hecho y siguen haciendo a lo largo de la historia. Otras veces, no se sabe, al leer un texto, si se habla de mujeres y hombres o sólo de ellos. En cambio, los hombres siempre están incluidos. ¿Por qué nosotras tenemos que averiguar si estamos incluidas o no? ¿Por qué es tan desagradable para muchas personas que tratemos de expresarnos de un modo más igualitario? ¿Por qué la Real Academia de la Lengua, en lugar de ir a la par de la sociedad la va frenando en este tema?
La expresión "de género y génera" ridiculiza y desprecia toda esta labor.
Este es un trabajo arduo, pues para ello nos tenemos que hacer conscientes de muchas ideas y comportamientos que todos y todas hemos interiorizado. Se trata de hacer una pequeña (y a veces grande) revolución interior, pues los roles de género se encuentran intrincados, como una red, en todo lo que hacemos, decimos, pensamos, oimos...
Por eso necesitamos la colaboración de todas las personas.
Colaboración, no destrucción, en nuestro trabajo.
La mujer está siendo sometida, esclavizada, mutilada, asesinada en muchos países del mundo. Y en el nuestro mueren cada año más de 70 mujeres asesinadas por sus parejas, y miles son maltratadas diariamente. Esto sí es importante. Esto sí es para escribir artículos ácidos. ¿Qué se diría si muchas mujeres redactaran textos a las revistas con este matiz? ¿Se las tacharía de feministas agresivas? A las mujeres se nos permiten pocas cosas. Luchar por la igualdad sí, pero sin pasarse. Denunciar por escrito actos machistas, también, pero que no se note ningún asomo de acidez, de "revanchismo", como dicen a veces.
Al hombre se le permite todo.
Entradas relacionadas: La posesión de la palabra.
Comentarios como este le dan la razón al Reverte.
ResponderEliminarSería interesante conocer tu argumentación al respecto.
ResponderEliminarY dado que mi comentario va dirigido más a la forma que al fondo ¿quieres decir que apoyas sus insultos, como "...que tiene a tanto idiota de ambos sexos...con la chorra hecha un lío...gallinero de tontas de la pepitilla...", entre otros?
Hola Asun.
ResponderEliminarAcabo de leer tanto tu comentario como el de Pérez Reverte.
Personalmente creo que le pierden las formas, pero prácticamente todo lo que dice es verdad.
En primer lugar en los centros educativos parece que hoy en día importa más el lenguaje utilizado que los contenidos de dicho lenguaje, no solo en la burocracia propia de cada centro sino también a la hora de dar clase.
En segundo lugar, como ya expresé en la tertulia sobre "El Diario violeta de Carlota", creo que el propio Ministerio de Igualdad y su Instituto de la Mujer son las instituciones estatales más discriminatorias de este país, eso si, aplicando la llamada "discriminación positiva", lo cual no deja de ser un eufemismo el el sustantivo discriminación vaya acompañado del adjetivo positiva, ya que son términos opuestos (a pesar de que este término venga recogido como tal en el machista diccionario de la RAE).
Por último lo que si que me parece una situación aberrante es el crear una titulación universitaria sobre Igualdad de Género cuando hay otras que con el Espacio Europeo de Educación Superior han estado a punto de desaparecer, como pueden ser las licenciaturas de Ciencias Ambientales, Humanidades e Historia del Arte.
Considero que este tema de la igualdad se está tratando de forma simple y llanamente demagógica, al igual que ocurre con el medio ambiente (cualquier curso o proyecto científico que se precie hoy en día debe llevar la coletilla "medio ambiente" ó, en su defecto, "cambio climático"), llegándose al extremo de unir ambos conceptos en talleres inverosímiles sobre "feminismo y medio ambiente", lo cual, a pesar de la opinión de muchas ambientólogas, biólogas, etc., considero que es mezclar conceptos con el único fin de recibir subvenciones y justificar la existencia de algunas asociaciones.
En nuestra sociedad existen muchos comportamientos y actitudes implícitos, que no se aprecian a simple vista. Las cosas pueden parecer una cosa y en el fondo, por debajo, ser otra. La discriminación positiva viene a reflejar el que existe de hecho una discriminación positiva a favor del hombre (varón). Podemos discutir sobre la denominación que se le ha puesto, pero su existencia es la única manera de intentar acelerar el acceso de las mujeres a determinados puestos.
ResponderEliminarPor otra parte, lejos de considerar que se trata la igualdad de forma simple, opino que no es así, pues tratamos de poner pequeños granitos de arena en los centros escolares en aspectos muy importancer, muchas veces nucleares. El día que haya una implicación masiva de todos los sectores (profesorado, familias y alumnado) las cosas serán de otra manera.
Te animo a que participes con aportaciones. Todas son bienvenidas.
de acuerdo con el texto y las opiniones aunque yo no soy partidaria de ningun tipo de discriminacion,ni de paridades sino de que todos somos igules porque somos personas y a las personas nos diferencia la cultura,no el sexo.Todos somos validos segun conocimientos y personalidad.Seguire leyendote Asun.
ResponderEliminardare mi opinion mas adelante.
ResponderEliminarHe leido tu escrito y los comentarios y pienso lo que indicaba en el anonimo,que soy yo,y que para ir acabando con la lacra de los abusos sexistas,hay que utilizar todos los medios,familia,escuela:lenguaje y contenido,pienso que si esto iria, unido, haria que luego en la familia se educara en igualdad y asi evitariamos la lacra de la violencia,el miedo a la denuncia o el que eparaliza que es peor y enseñar autoestima.Si se va desde abajo ,en el futuro podemos erradicar la violencia de genero sea este el que sea.
ResponderEliminarYa veo que das mucha importancia a la educación en las escuelas. Ahí estamos, intentándolo. Este es un espacio para aportar ideas. Si se te ocurre alguna, será bienvenida. Considero que el trabajo en equipo es fundamental para construir entre todos y todas una sociedad mejor.
ResponderEliminarGracias por tu participación.
he sido profesora y me interesa mucho el tema en la educacion,pero yo he visto y he sufrido algo porque tendriamos que ver:el comportamiento sexistas de muchos compañeros y compañeras tanto hacia mi como hacia los alumnos,entonces qué hago yo enseñando igualdad si el que viene detras de mi les habla y les enseña lo contrario?A mi me da igual ,yo soy fiel a mi misma y sigo pero cómo reacciona el alumno?a quien cree?.No seria necesario unos planteamientos eticos al respecto que sean para cumplir por ambas partes? unos principios que invluyan lenguaje y aptitudes y que deban cumplir ambos?.Es una opinion.
ResponderEliminarDesde luego, tienes mucha razón. La educación en igualdad de género es, de momento, una asignatura pendiente. Pendiente por parte de las familias, de los medios de comunicación, de las escuelas...
ResponderEliminarFalta mucho, pero cada vez nos vamos concienciando más, y esto es lo positivo.